Peter Darius Favré Horton

Peter siempre ha sido un chico bastante extraño, de hecho, las personas que lo conocen tienden a catalogarlo como un “loco sin remedio”, sin embargo, él mismo no se da cuenta de lo que realmente es para los demás y no le interesa, es más, ni siquiera se da cuenta, él sólo actúa por instinto, su manera de ser es natural, aunque hay una razón para tener actitudes tan insospechadas. Según su estado de ánimo, es como trata a los demás, si ha tenido un mal día, seguro te responderá con sarcasmo, cinismo o burla ante cualquier cosa que le digas, es su fuerte no respetar a nadie que no le cause admiración, lo que es bastante decir ya que tiene un poco de narcisista en su mente, aunque no tan desarrollado como para ofender a los demás, pues sabe muy en el fondo que todos tienen un objetivo que cumplir en la vida, para bien o para mal.
Cuando está de buenas puede ser muy agradable, suele ser paciente y muy analítico; le gusta ayudar a los demás en todo lo que puede, de hecho lo hace aunque esté de más genio. Cada cosa que hace, respecto de su trabajo, conlleva dentro de su mente un profundo análisis, muchas veces es demasiado exhaustivo y tiende a perder la noción del tiempo, cuando cree que tiene algo bueno entre sus investigaciones trata de cumplir su objetivo sin importarle nada; en algunas ocasiones podrás encontrártelo sentado en un sofá o en el suelo, incluso en una mesa, pero con la mirada fija en un punto y la mente en otro lado, murmurando cosas sin sentido o ideas superfluas que llegan a ser entendidas hasta por las mentes menos brillantes. Su preocupación por lo acontecido después de la pandemia es muy grande, más de lo imaginable.
Desde que ocurrieron tan fatídicos sucesos no para de pensar en la manera de encontrar una cura, aunque sabe que solo no podría hacerlo, así que confía plenamente en el trabajo de cada uno de los investigadores, incluso tiene una irracional fe en los más jóvenes. Sus convicciones siempre fueron claras hasta después del apocalipsis, cuando dejó de creer en muchas cosas, como en Dios, pues está seguro que de existir habría evitado tal catástrofe, por eso ahora está firmemente convencido en que sólo el hombre es capaz de sobrevivir o morir, no necesita de un poder más allá de sus posibilidades, que aunque limitadas, tienden a desarrollarse cada vez más. Es atento cuando no está pensando en sus investigaciones, es gracioso cuando quiere, servicial si se lo propone, amable si está de buenas, incluso melancólico si la situación lo amerita.
Su capacidad intelectual es sobresaliente, puede hacer ecuaciones matemáticas sin muchos problemas y aunque no es físico, tiene dones particulares en la materia; es adepto especialmente a la biología y sus investigaciones le han dado una buena reputación entre sus colegas, aunque no la suficiente para que se sienta orgulloso de sí mismo. Tiende a reprenderse con cada tropiezo y aunque no se detiene ante el fracaso, teme que algún día se desanime y toda esperanza de cura se venga abajo. Le gusta recordar su vida antes del actual desastre pues siente que son momentos que lo mantienen cuerdo y le dan lucidez cuando tiene muchas dudas; cree fervientemente en la capacidad del hombre para permitirse resarcir sus errores, pero no está de acuerdo en aquellos que toman la oportunidad como un momento histórico de nuevas conquistas.

No tiene un cuerpo que llame especialmente la atención, al menos no de la forma en que muchos esperarían. No se considera un chico atractivo, sólo lo normal. Es alto y delgado, muy delgado, aunque tampoco con aspecto desnutrido; sus ropas son comunes y rara vez se le ve con una bata blanca como algunos otros científicos, tampoco es que prefiera vestirse como tal. Su rostro denota siempre cansancio, en algunas ocasiones más que en otras, con ojeras un tanto cuanto visibles; su piel es pálida algunas veces y en general parece demacrado, pero debido a sus múltiples desvelos en sus investigaciones. No tiene especial afecto por verse bien, sus cabellos son largos, aunque para evitar que crezcan más se los corta en ocasiones y algunas veces hasta se peina. Los colores que más ocupa son oscuros, los morados o cafés. Algunas veces se deja crecer la barba.

Familia:
-Darius Favré. Su padre. Se convirtió en el primer caminante que vio luego de ser atacado por uno de sus vecinos, el hombre se dedicaba a los bienes raíces y casi no tenía contacto con él, excepto por la única vez que fue a visitarlo luego de años de no verle. Casi pareció obra del destino. Ahora está muerto.
-Darla Horton. Su madre. Luego de ver morir a su esposo intentó ayudarle, incluso quiso mantenerlo con vida todo lo que pudo, pero fue él mismo quien la atacó al poco tiempo, terminando por convertirla. Se dedicaba al hogar. Ahora está muerta.
-Bradley G. Favré. Su hermano menor. Tiene 20 años, no sabe nada de él desde que lo vio partir rumbo a la universidad, de alguna forma tiene la esperanza de que siga con vida, sin embargo, trata de no pensar mucho en él, para que los años no le digan que está muerto.
-Diane L. Favré. Su hermana menor. De 26 años, no conoce tampoco su paradero, estaba comprometida y se mudó con ese chico al otro lado de la ciudad, de alguna forma también cree que pueda estar viva, aunque no sabe en qué condiciones.
Historia:
Cuando nació su padre dijo que ese chico “sería un gran hombre”, claro, esas son cosas que se dicen al aire y que no tienen sentido muchos años después. Desde pequeño fue buen educado por sus progenitores, se enfrentó a un disciplina muy marcada por su padre, aunque también por sus constantes ausencias ya que siempre fue adicto al trabajo; su madre fue quien le dio un poco de la sensibilidad, responsabilidad y bondad que toda persona necesita para saber diferenciar entre lo correcto y lo que no. cuando cumplió diez años fue enviado a una escuela privada, pues la pública no cumplía con las expectativas de su padre, sin embargo, una crisis asoló a la familia y teniendo a tres hijos qué mantener, decidió regresarlo a una escuela pública, donde pudo obtener todo lo necesario para empezar a desarrollar sus cualidades.
Poco a poco empezó a demostrar su capacidad de raciocinio, su tremendo potencial para las ciencias y si increíble manera de mirar al mundo; su aspecto desaliñado jamás representó un problema para ser aceptado en escuelas de prestigio, pues su intelecto rebasaba los comunes y por supuesto que llamó la atención de importantes académicos que ya lo tenían en consideración para que fuera pupilo. De alguna forma todo parecía ir bien, no tuvo más problemas financieros y empezó a independizarse de sus padres, cuando entró a la universidad ya podía mantenerse a sí mismo, logrando un puesto en la universidad como investigador aprendiz de uno de los científicos más talentosos de esa universidad. Aunque el contacto con su familia fue poco, siempre los tuvo en consideración para cualquier reunión.
Cuando se graduó fue reconocido por algunas de sus investigaciones, que aunque no fueron vistas como espectaculares, si dejaron huella en su vida escolar; fue así como logró un pase inmediato a una de las principales empresas de investigación biológica del país, conoció a importantes hombres y mujeres que, al igual que él, dedican su vida a la ciencia. Aunque no pudo entrar a los grupos más altos, se mantuvo dentro de los de mediana categoría, investigando nuevos fármacos y maneras de controlar las enfermedades más dañinas como el cáncer. De alguna forma se enteró de un megaproyecto en la empresa, pero al que no pudo tener acceso, por lo que decidió seguir con los suyos. Cierta mañana, al prender la televisión en las noticias, se enteró de los múltiples ataques y sucesos extraños en los que mucha gente empezó a morir, pero no solo eso.
Preocupado por sus padres decidió ir a visitarles, ellos vivían en las orillas de la ciudad, él en el centro. Al trasladarse pudo aprovechar el fin de semana para quedarse un día, logrando ver a su hermano menor partir rumbo a su nuevo departamento, uno que compartiría con sus compañeros para continuar sus estudios en la universidad; también se enteró que su hermana al fin se había comprometido. Al día siguiente sucedió la tragedia, el caos los alcanzó y costó la vida de su padre, a partir de ese momento las cosas empezaron a volverse cada vez más nefastas; le tocó ver la muerte de sus padres en menos de tres días, perdió el contacto con sus hermanos y por un momento creyó que también sería su fin. En un giro inesperado de circunstancias logró hacerse con un arma y escapar de los caminantes.
Al final y después de semanas, logró encontrar a más personas en la misma condición, lo que le dio un poco de luz a toda aquella oscuridad, su objetivo, aunque en principio fue el de encontrar a sus hermanos, tuvo que ser suplantado por el de idear la forma de solucionar aquellos problemas. Un tiempo después logró enterarse de grupos de científicos que pasan días y noches buscando una cura para la pandemia que azotó al mundo entero, muchas ideas corrían en su mente por la manera en que se desarrollaron las cosas, pero siempre se las ha guardado. Decidió ir en busca de esos grupos de investigadores y unirse a ellos, ofreciendo su talento y su inteligencia para encontrar la tan necesitada cura. No sabe qué ocurrirá, pero si la humanidad logra superar esto, sin duda habrá evolucionado para bien de todos.

Habilidades:
-Experto matemático.
-Experto biólogo en la investigación aplicada.
-Experto en biología celular.
-Experto en biología evolutiva.
-Conocimientos en microbiología, biología molecular, evolutiva, genética y zoología.
-Buen tirador (siempre carga un arma)
Enfermedades.
-Daltonismo, tiene ligera dificultad para distinguir entre el rojo y el verde.
Bando:
-Investigadores (Base Perla).
Estatus dentro del grupo:
-Científico Experto.
Miedos:
-Miedo a la muerte.
-Miedo al fracaso.
-Miedo a perder la esperanza y la fe.