Julie Amelia Fellow.

Primeras impresiones, haciéndonos creer lo que no es. En apariencia, Julie no pasa de ser una muchachita cualquiera, una del montón, la típica vecina de al lado con la cual muy posiblemente fantaseaste. Una sonrisa tierna, una risa contagiosa y esos ojos que parecen brillar más que dos luceros. Pero basta con observarla mejor, con adrentárte en su mirada, para darte cuenta de que hay algo más. Tenaz, no se rinde ante nadie. Que su aparente delgadez no te engañe, Julie es un hueso duro de roer. El peor error que podrías llegar a cometer, sería subestimarla a ella y a sus capacidades, porque no todos son estereotipos, y podrá tener cara de muñeca, pero no es de porcelana. Tiene una determinación impresionante, y una vez algo se le mete entre ceja y ceja, es difícil - por no decir imposible - hacerla cambiar de parecer. Una persona racional, que toma las decisiones a la ligera. Impulsiva, jamás. Calculadora, quizá demasiado, y controladora, muy controladora. Desde siempre ha sido una persona que se siente más segura teniendo las cosas bajo control, anticipandose a los hechos y estimándolo todo por adelantado; por lo que es bastante común que entre en estrés cuando algo ocurre y no está en sus manos. Aunque no es feliz dando órdenes, tampoco lo es recibiéndolas. Podría calificarse como alguien un poco... ¿rebelde? en ése aspecto.

Es una chica de pocas palabras, de esas que prefieren guardárse las cosas y que evitan los lugares atestados de gente. Solitaria, podría llamársele. No tímida, porque no teme hablar cuando es necesario, sino más bien reservada. Un poco fría, tal vez; neutral. En su afán por controlarlo todo, mantiene a raya sus emociones y rara vez se le ve reír - últimamente, claro. Dada su tendencia a mantenerse alejada del restro, es fácil tacharla de retraída, e incluso, de frívola. Pero a la hora de decir lo que tiene que decir, no duda ni un instantante. Firme, segura de su misma intenta sonar, lo esté o no en realidad. Siempre hay que mostrarle a los demás fortaleza, porque lo peor sería que descubrisen uno de sus puntos débiles. Siempre pensándolo todo, calculándolo en demasía. Su mayor fortaleza, sin duda, es su inteligencia y esa capacidad de poder pensar con la cabeza fría. Bastante bien en la teoría, no tanto en la práctica. No tendrá mucha fortaleza física, pero Julie no es, sin duda alguna, un blanco fácil.

Y justo cuando comenzabas a creer que Julie no era más que una máquina de pensar, te das cuenta que no es así. Quizá sea difícil traspasar esa capa exterior, dura como una roca, que separa a la Julie fuerte de la verdadera Julie. Entonces, ¿quién es Julie? Difícil de responder. Es... volátil. Difícil de entender, difícil de sobrellevar. Huidiza, misteriosa, no le gusta hablar sobre ella o sobre su pasado. Una mujer madura en cuerpo de jóven. Julie es muy, muy orgullosa. No le gusta que le ofrezcan ayuda y siempre se esfuerza en un intento de parecer autosuficiente, más que para demostrárselo a los demás, es para convencerse a sí misma. De lo que Julie alguna vez fue, apenas quedan pequeños rastros. Ese brillo en su mirada cuando encuentra algún libro viejo tirado en alguna parte, o la delicadeza con la que se trenza el cabello. Si miras bien, si descifras lo que se esconde en sus ojos, descubrirás que allí, en un rncón olvidado, se encuentra la Julie sonriente y alegre que alguna vez fue.

Julie es menuda, de poca estatura y un par de ojos almendrados que destacan en su rostro aniñado. Tiene el cabello ondulado y castaño, que cae más o menos hasta la mitad de su espalda, aunque suele llevarlo trenzado o recogido de alguna forma ya que es más práctico. Nunca fue una chica de muchas curvas, aunque tampoco estuvo en su lista de prioridades serlo. Siempre fue muy sencilla a la hora de vestir, y con la situación actual, le ha dejado de importar por completo lo que lleva puesto. Eso sí, de la chaqueta de su padre y las botas de estilo militar, nunca se separa; a parte de ser útiles, también son su único recuerdo.

No posee gran masa muscular, pero podría decírse que lo compensa con su ágilidad.

Familia:

Gerard John Fellow | Padre | Muerto.
Estricto, pero amoroso. Gerard siempre fue un hombre entregado a su esposa y a sus hijos, aunque muchas veces fuese absorbido por el trabajo. Cuando el caos llegó hasta ellos, se separaron y no ha vuelto a verlo. Lo considera muerto, ya que es lo más seguro.

Katherine Marie Fellow | Madre | Muerta.
Según su padre, era idéntica a ella. Katherine murió tras varias complicaciones en el parto de Julie. No recuerda absolutamente nada de ella.

Michael Andrew Fellow | Hermano mayor | Muerto.
Un maldito dolor de cabeza con patas, pero era su hermano, al fin y al cabo. Fue mordido por un caminante, y él mismo pidió a Julie que le asesinara. No pudo reunir la valentía para hacerlo, y lo abandonó. Las pesadillas la atormentan desde entonces.
Historia:
El nacimiento de Julie era esperado por toda la familia. Gerard y Katherine no podían estar más felices de adherir un nuevo miembro a la familia, aunque no podía decírse lo mismo de Michael, un niñito de seis años que no le hacía la más mínima gracia tener que compartir a sus padres con una bebé llorona buena para nada. Así pues, Julie abrió por primera vez sus ojos al mundo un veinticinco de marzo, llenándo a los Fellow de alegría, sin imaginárse siquiera lo que acontecería más tarde. Katherine se enfermó, gravemente, y tan solo dos días luego de dar a luz, murió postrada en una cama. Gerard, desolado, tuvo que hacer de tripas corazón para críar a Michael, y a la recién llegada Julie, que jamás llegaría a conocer a su madre. Como su trabajo ocupaba la mayor parte del día, Michael fue el encargado de cuidar a Julie y con el tiempo, comenzaría a tomarle cariño a la pequeña. Los años pasabam, y las similitudes entre Julie y su madre eran cada vez más notorias. Como un fantasma del pasado, Gerard tuvo que vivir siempre mirándo a su Katherine a través de su hija.

Dado que su padre rra vez estaba en casa, los hermanos se volvieron bastante independientes. Julie tuvo que tomar varias responsabilidades desde pequeña y quizá eso le ayudó a madurar con mayor rápidez - quizá demasiada. Pasaba su tiempo libre manteniéndo la casa limpia, y como no, peleando con Michael, quien no tenía nada mejor que hacer que ver televisión y salir a divertirse. Así que sí, con sólo doce años, Julie era ahora la que cuidaba a Michael, y no al revés. Siempre tuvieron sus disputas diarias, y aunque se gritasen cosas feas, se querían, mucho. Julie se las arregló para equilibrar su tiempo entre las responsabilidades de casa y la escuela, siendo una estudiante ejemplar. Julie siempre fue bastante inteligente, y sus capacidades más adelante lograrían darle una beca en una universidad que nunca podría llegar a disfrutar. Su padre tuvo una época oscura, en la que se refugió en su oficina y abusó del alcohol, no soportaba ver a Julie, y ésta, no podía entender cómo su padre no podía ni siquiera verle.

Para cuando Julie se gradúo, había recibido la mejor noticia que alguien pudiese recibir alguna vez: tenía una beca para la universidad de Cambridge, en Inglaterra. La familia celebraría su triunfo, sin tener la mayor idea de lo que estaba por suceder. La epidemia llegó hasta ellos, y el caos reinó. Gerard se separó de sus hijos, y Michael se aseguró de llevar a Julie a un lugar seguro. Juntos, lograron protegerse las espaldas, y gracia sa Michael, Julie aprendió algunos trucos. Pero en su intento por salvarse a sí mismo y a su hermana, un caminante le atacó. Logró defenderse y no ser devorado por completo, pero la mordida ya estaba ahí. Michael le pidió que le disparase, a sabiendas de lo que sucedería si dejaban pasar el tiempo. Julie accedió hacerlo, pero con la condición de que fuese en el último momento. Y así lo acordaron, pero cuando su hermano Michael desapareció, dejando sólo a otro maldito caminante, el bato de besbol con el que le quebraría el cráneo, tembló en sus manos. No pudo hacerlo. Y huyo. Corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron, con las lágrimas obtaculisándole la vista.

Ahora estaba sola.

Habilidades: Su mayor ventaja es sin duda, su velocidad para huír; es bastante buena para correr, eso sin contar que al ser tan pequeña, puede sortear obtáculos que la mayoría no podrían por su tamaño. No tienen ninguna arma de fuego, pero nse hace con casi cualquier cosa capaz de atraveras cráneos de caminantes. Sin duda, Julie llega a ser subestimada, por su edad, su tamaño y su notoria inexperiencia en el combate; pero aún así, las circunstancias y su capacidad para idear planes bajo presión, le hacen una persona útil.

Enfermedades: Ninguna.

Bando: Errantes.

Estatus dentro del grupo: Habitante.

Miedos:
- Los caminantes, sin duda alguna. Ser devorada por uno, o peor aún, convertírse en uno. Le aterran.
- Le tiene miedo a las alturas.
- Claustrofóbica desde que su hermano Michael le encerró por tres horas en un armario cuando tenia siete años.