Dangereuse St. Richard

Es una mujer silenciosa y solitaria, no disfruta mucho de la compañía de otros, mas no le gusta vivir en lugares despoblados, lejos de la civilización. Es parte del mundo pero nunca de él. Siempre en las sombras, siempre solitaria, donde nadie logre conocerla lo suficiente como para lograr acabar con ella. Siempre sola, evitando conocer a alguien que provoque sentimientos incomprendidos para ella, evitando conocer a alguien que le enseñe cosas que no desea aprender.

Pero no siempre es completamente solitaria, pues todo ser necesita un tipo de contacto con otro, por lo que hay veces que algunas personas logran llamar su atención y no se cierra a pláticas que podrían ser de su interés. Al hablar de su lado solitario más bien nos referimos a su interior, a ese quizás inexistente corazón, a la confianza que se le pueda brindar a alguien, a cosas que se comparten con alguien especial. Se relaciona con personas cuando tiene que hacerlo, no les hace el quite, mas no las echaría en falta si un día desaparecen.

Suele ser tranquila, no busca peleas pero si la buscan a ella no se dará la vuelta para escapar ni le temblará la mano si lo que quieres es un golpe o terminar sin cabeza.

No le gustan las leyes, no le gustan las órdenes, sigue su propio camino sin nadie que le diga lo que debe hacer. No le gusta ningún tipo de compromiso que por lealtad luego deba cumplir. Prefiere estar completamente desligada a cualquier trato, cualquier pacto, pues no sabe como vaya a sentirse al día siguiente y si será capaz de cumplir o no. La única lealtad que tiene es hacia el grupo de supervivientes al que se integró, pues sabe que necesita de ellos para que le cuiden las espaldas así como ella se las cuidará a ellos.

Su personalidad solitaria se debe más que a nada a la vida que le tocó vivir y al miedo de llegar a querer realmente a alguien y éste muera o se convierta en un caminante.

Pero aunque cueste creerlo, hay un lado de ella que incluso ríe. A pesar de ser silenciosa y alejada de todos, tiene humor y es bastante extraño para todos. Aunque su humor es un tanto oscuro. Como ha tenido que recurrir al trabajo en equipo, se ha vuelto mas sociable, aunque le cuesta admitirlo y ha estado conociendo aspectos de ella que jamás había notado. Gánate su confianza y conocerás lados de Danger que ni siquiera están descritos aquí, quien quita y en el fondo sea alguien con un alma buena y cariñosa.

Su aspecto difiere completamente de su forma de ser. Si bien es una mujer que perfectamente capaz de golpearle el trasero a un hombre con el doble de peso que ella, su aspecto parece ser el de una adolescente. Quien la ve a primeras piensa que es una chica dulce y alegre por esa leve sonrisa que a veces se forma en sus labios llenos o por esos ojos azules que se ven más dulces y sensuales de lo que son. Es alta y delgada, bastante estilizada. Su cabello es castaño y ondulado. Tiene un andar coqueto, sus curvas le ayudan en eso, mas ella ni siquiera parece notarlo, y mucho menos se da cuenta de lo sensual que puede llegar a ser incluso con la mirada. Tiene una mancha de nacimiento justo al final de la espalda, extrañamente parece una media luna.

Familia:

• Marie St. Richard
  [Madre adoptiva – muerta]
  
• Roberth St. Richard
  [Hermano adoptivo – muerto]
  
• Frederick St. Richard
  [Hermano adoptivo – muerto]
  
• Zain St. Richard
  [Hermano adoptivo - 40 años – caminante]
  
• Caleb St. Richard
  [Hijo de Roberth – 25 años – errante]
  
• Fabiana St. Richard
  [Melliza de Caleb – 25 años – errante]
  
• Zachary St. Richard
  [Hijo de Frederick – 23 años – mercenario]

Historia:
No conoce a sus padres, no tiene recuerdos del lugar donde nació ni quien la crió sus primeros siete años. Un día simplemente despertó sin saber quién era, en medio de la calle una noche lluviosa. Tenía una fea herida en la cabeza, quizás esa fue la razón por la que perdió sus recuerdos. Sin hogar ni alimento, vagó por meses escondiéndose del mundo, robando para comer, durmiendo en las calles sin más abrigo que una manta rota que le robó a un vagabundo. Justo antes de cumplir el año viviendo en esas condiciones, servicios infantiles la encontraron y la metieron a un orfanato. Nunca le gustó y muchas veces trató de escapar. Siempre estaba metida en peleas y siempre solía dar el primer golpe. Era una niña arisca, siempre alerta, jamás dejando que nadie pasara sobre ella. El orfanato al que la metieron era muy humilde y pobre y casi todos los niños ahí vivían así, en constante guerra, por eso tuvo que aprender a pelear, o daba el golpe o se dejaba golpear y ella jamás se dejaba, no estaba en su naturaleza. Ahí le pusieron Anette, pues la única pertenencia que tenía desde el día que despertó golpeada en la calle, era una medallita que al reverso tenía ese nombre. Así seguramente la habían nombrado al nacer, mas en el orfanato se ganó el apodo de Danger, y vaya que hacía honor a su apodo. Fue a los doce años cuando una mujer de edad avanzada llegó al orfanato a dar clases de matemáticas a los niños, pues el lugar era humilde, pero les enseñaban como en una escuela. La anciana en cuanto la vio pensó que era una niña muy especial, podía ver en ella cosas que nadie más veía. Mientras los empleados que trabajaban ahí solo veían a una niña indomable, la anciana veía a una niña triste y que solo necesitaba ser amada y comprendida. Fue un año después cuando la mujer decidió tomarla como pupila y adoptarla. Ese había sido el plan desde el comienzo, ella, Marie, necesitaba una heredera, pues sus hijos no merecían nada de lo que ella tenía, y había decidió buscar y criar a una niña o niño y dejarle la mayoría de sus bienes. Danger le tomó un cariño especial a la mujer, la anciana se la supo ganar, por lo que cuando ésta le propuso adoptarla, la niña aceptó con una única condición, que le dejara cambiarse el nombre. Desde aquel año pasó a ser Dangereuse Anette St. Richard, nieta de Marie.

Jamás dejó de ser una niña solitaria, los hijos y nietos de Marie nunca la aceptaron, pues ella se quedaría con una mayor parte de la herencia que según ellos, les pertenecía. Danger no entendía por qué Marie lo estaba haciendo, aunque con el tiempo lo entendió. Toda su familia quería vivir cómodamente sin ganarse nada, gastaban el dinero en fiestas, drogas, alcohol y una mala vida. Se acercaban a Marie cuando sus cuentas estaban vacías y el resto del tiempo ni una llamada telefónica le hacían. Danger decidió que protegería a la mujer por siempre. La anciana fue la única que logró llegar al frío corazón de la chica. Le enseñó modales, historia, idiomas y todo lo que una buena educación le brindara. Jamás quiso ir a un colegio, no le gustaban, por lo que siempre tuvo profesores particulares. Pero ella era una luchadora, la vida tranquila no era lo de ella, por eso siempre tuvo en mente hacer de su fuerza su forma de vida, fue así como se fue a Estados Unidos donde a punta de esfuerzo, lucha y fuerza logró entrar a las fuerzas especiales de dicho país.

Nuevamente su vida fue dura, por ser mujer no la aceptaban, pues en aquel grupo no había más de dos mujeres, siendo ella la segunda. Rodeada de machistas que pensaban que ella era débil, jamás se rindió y les demostró a todos ellos que podía ser tan buena o mejor que ellos. Aprendió de combate cuerpo a cuerpo, a usar armas y vehículos de guerra, incluso aprendió a volar aviones caza. Con el tiempo y los años, se ganó el respeto de sus compañeros, pues les demostró a todos que no era débil.

Fue en medio de una misión contra un grupo de traficantes, que vio por primera vez a un caminante. Los hombres a los que ella y su grupo iban a capturar se comían entre sí, todo fue un caos, y la mitad de su grupo se perdió. A la semana siguiente el mundo entero estaba sufriendo por lo mismo y no tuvo que pensarlo dos veces antes de volver a Australia en busca de su madre adoptiva. Al llegar allá se encontró con la peor escena que pudo imaginar. Marie era un caminante, estaba encerrada en casa junto a uno de sus hijos quien también lo era. Jamás había temblado al disparar contra algo, mas aquella vez no pudo hacerlo con facilidad. Disparó a Marie y a su hijo y dio la vuelta, jamás volviendo a su hogar.

Algunos de sus compañeros viajaron a Australia también, se unió a los mercenarios junto a ellos, pues ya sabían cómo trabajar juntos y eran un buen equipo. Con el tiempo se dio cuenta que esa no era la vida que quería llevar. A pesar de haber sido peleona, dura con el mundo y buena para estar siempre en peleas, jamás había sido por ser mala, ella siempre había tratado de defenderse. Matar a inocentes y sin motivo alguno no era lo suyo, por lo que dejó a los mercenarios y comenzó a sobrevivir sola. Le costó alejarse de ellos, pues nadie sale de los mercenarios sin una bala en la cabeza. Se equipó con armas comida y agua y siguió su camino. Cuando comenzó a darse cuenta que ya casi no había comida y que ser errante era realmente complicado, se unió a un grupo de ellos, y así vive ahora. Solitaria en su mundo, mas siempre dentro de aquel grupo.

Habilidades: Entrenamiento militar, especializada en combate cuerpo a cuerpo, manejo de armas y espionaje.

Enfermedades. No tiene.

Bando: Errantes - grupo 1

Estatus dentro del grupo: Vigilante

Miedos: A querer gente y que esta se transforme en caminantes. Que alguien llegue a hacerle verdadero daño emocional.