Bluebell S. Daqua

La forma de ser de Bluebell posee dos etapas muy distintas entre sí pero que unidas ayudan a entender el complicado carácter de la chica. Mucho antes de que todo el caos reinase en Australia, Blue era una chica alegre y risueña, poseía una energía que era extremadamente contagiosa. Hiperactiva en todo el sentido de la palabra; le gustaba brincar, saltar, correr, lo que fuese con tal de mantenerse activa. Era la persona más extrovertida que existía en el planeta, capaz de acercarse a un extraño y saludarlo sin ningún motivo aparente; impulsiva como ella sola, no pensaba bien antes de actuar, se dejaba llevar por sus emociones lo cual la colocaba en muchas situaciones incómodas o desagradables. Una chica inmadura que no pensaba mucho en las consecuencias que podían generar sus actos, no se detenía un momento a analizar las situaciones en las que estaba metida, sencillamente las solucionaba y ya, incapaz de sacar una enseñanza de ellas. La típica adolescente rebelde que terminó en una adulta irresponsable, no obstante eso no la desbancó del puesto de “la luz de mis ojos” en la que su padre la tenía puesta. Dada su alta hiperactividad, siempre mostró cierto interés por los deportes, volviéndose una chica atlética y ágil, lo que le permitió desenvolverse en el arte de la defensa personal muy bien.

A pesar de su rebeldía, ella siempre fue muy unida a su familia, los adoraba con todo su corazón y hubiese dado su vida por ellos de haber tenido la oportunidad. Carismática y capaz de hacer amigos con una facilidad que era impresionante; divertida y bromista, siempre estaba con una sonrisa en la cara o tenía un chiste que contar.

Luego de que el caos se desató, ella experimentó un cambio drástico, la percepción del mundo que tenía cambió por completo. Se convirtió en una chica fría e indiferente a cualquier cosa que no fuesen sus padres o su hermana, su instinto protector se desató y una nueva Blue nació. Se volvió muy terca, no la harás cambiar de opinión, y si logras hacerlo es porque tu argumento es lo suficientemente convincente como para eso, del resto ni gastes tiempo en intentarlo. La palabra “rencor” está impresa en su mirada y vocabulario, jamás olvida nada, lo que la hace muy vengativa, siempre se cobra todo con intereses. Es demasiado sincera con las personas, muy poco le importa si se lo toman bien o no, no suele quedarse con nada y siempre dice lo que piensa. Retraída en sí misma y cuidadosa en extremo, si bien se relaciona con una que otra persona, nunca deja que nadie se acerque lo suficiente, no deja que nadie atraviese su pared. Un poco sobreprotectora con las personas a las que le agarra cariño, capaz de dejar lo que sea que esté haciendo y atender a un llamado de auxilio cuando se trata de alguno de sus seres queridos –los cuales son pocos–. Siempre se encuentra alerta y lista para salir corriendo o pelear de ser necesario; astuta y analítica en extremo, con una sola mirada puede armarse una pequeña idea de cómo eres y de cómo debería comportarse a tu lado.

No es enojona, más bien le da igual lo que sea que hagas mientras no la molestes a ella; bastante silenciosa, podría ser comparada como un fantasma que merodea por los alrededores pero no emite comentario alguno ni se mete donde no la llaman, es muy fácil hacerse a la idea de que ella no existe. Odia las injusticias de la vida, las detesta con todo su ser, si ella puede hacer algo para que dejen de cometerse no dudes que lo hará; reservada no solo con los desconocidos, sino con todos, si bien dependiendo de trato que mantengas con ella te dará cierta confianza, jamás llegarás a conocerla del todo. Detrás de esa faceta de chica indiferente y sin esperanza, se encuentra una muchacha con sus propios miedos y temores aplastándola lentamente, volviéndola cada vez más y más fría en su afán de mantenerlos escondidos a los ojos de los demás.

Bluebell podría definirse como la típica europea -a pesar de que ella no lo es-, esa que les enseñan a los niños en las películas o en los libros de historia. Piel pálida como la nieve, con una apariencia lo suficientemente suave y cuidada que contrasta con las condiciones de vida que lleva y con la situación que se desarrolla actualmente. Ojos grandes y gatunos, inexpresivos e indiferentes, de un color chocolate intenso. Sus labios tienen una forma bastante definida, con ligera elevación en las comisuras superiores lo que los vuelve seductores y atractivos a la vista, no obstante son muy pocos los hombres que han logrado tocarlos. Su nariz es respingada y mediana, la cual le da cierto toque de gracia.

Cabello castaño oscuro, suave y manejable, largo y con leves ondulaciones, siempre le ha gustado llevarlo corto pero dadas las circunstancias ya ni se preocupa por cortarlo. Su estatura está por encima de la estatura promedio –mide 1,70m- lo que la hace mucho más alta de que las chicas de su edad. Vientre plano, piernas largas y firmes, con buenos atributos y curvas de las cuales ella no hace gala como capaz otra chica haría. Posee una marca de nacimiento en la pierna derecha, una mancha que su madre tenía en el brazo izquierdo y su hermana en el cuello.

Familia:
● Giuseppe Daqua: Padre, fallecido. Fue un Teniente de la Marina de guerra italiana. Su relación con Blue fue de las mejores, fue el que el enseñó defensa personal y uno que otro truco que aprendió mientras estuvo en la Marina.

● Jane Vallisari: Madre, fallecida. Ama de casa y escritora amateur, nunca quiso publicar sus escritos, a pesar de que su marido la alentaba a ello. La persona que mantuvo a la familia unida hasta el final.

● Trinity Daqua: Hermana menor, desaparecida. Debe tener unos 10 años, aproximadamente. Bluebell espera encontrarla, aunque comienza a perder las esperanzas.

Historia:
Bluebell Skye nació un dieciocho de agosto, a los seis y diez de la tarde en la ciudad de Sidney, después de un laborioso trabajo de parto por parte de su madre, siendo la primera niña en nacer de toda su familia; su padre no tenía hermanos, y el hermano de su madre tenía dos varones. La familia de Blue no era muy acomoda ni rica, eran una típica familia de clase media que necesitaba salir a trabajar para que la comida llenase el refrigerador todos los meses, por lo que fue poco el tiempo que estuvo con sus padres. Ya a los cinco meses de edad, su padre debió partir y cumplir con sus actividades en la Marina y su madre debió dejarla con sus abuelos mientras ella salía a trabajar. Para Blue, sus abuelos fueron las personas más constantes en su vida, ellos la cuidaban desde que era una bebé y la muerte de ambos le causó un profundo dolor a pesar de tener solo tres años.

Si bien algunos pensaban que la pequeña sería la viva copia de su madre, con el paso del tiempo Blue comenzó a demostrar lo contrario. Capaz en apariencia se pareciese un poco a su madre, pero la personalidad de la pequeña era exactamente igual a la de su padre cuando era adolescente, por lo que se volvió sumamente unida a él. Cada vez que él regresaba de una misión, la primera en salir a recibirlo era Blue y no se le separaba en todo el día. Su padre era su mundo, y cualquiera que tuviese dos dedos de frente podría descubrirlo. Blue siguió creciendo y la relación con su papá se estrechaba cada día más y más; él llegó a enseñarle el arte de la defensa personal, como actuar en caso de un ataque y uno que otro truco que había aprendido en la Marina, también la llevó en repetidas ocasiones al campamento que ofrecían a todos los hijos de los militares. Grande fue la sorpresa de los compañeros de trabajo de su padre al verla allí.

Cuando cumplió diecisiete años, sus padres anunciaron la llegada de una nueva integrante a la familia. Era un embarazo de riesgo dada la avanzada edad de su mamá, por lo que debía ser lo más tranquilo posible o ella podría morir. De nada resultó todas las atenciones que Blue y su padre le dieron, el día del parto ella murió luego de dar a luz a su pequeña hermana, Trinity. Su padre debía irse por meses con la Marina, por lo que le tocó a ella cuidar de su hermana menor hasta tal punto que la primera palabra que dijo Trinity fue su nombre. Los tres se las apañaron para seguir adelante y continuar con sus vidas, no obstante seis meses atrás la vida de Blue cambió drásticamente.

El caos se desató en la ciudad, las personas huían de sus casas despavoridas mientras los llamados “Caminantes” destrozaban todo a su paso. Una sola ausencia de Blue de su casa bastó para que su padre muriera a mano de los caminantes y su hermana pequeña desapareciera sin dejar rastro. Luego de eso, vagó sola por las calles unos meses, sobreviviendo de milagro, hasta que encontró un pequeño grupo de personas como ella que se habían unido con un solo fin: sobrevivir al caos. Blue prefería estar sola, había cambiado lo suficiente como para saber que no sería buena compañía para nadie, pero no era estúpida, si había una pequeña posibilidad de sobrevivir era esa y la tomaría, por ella y por su pequeña hermana.

Habilidades:
● Posee una buena habilidad manejando las armas, gracias a las clases que su padre le daba, no obstante aun le falta cierta práctica.
● Su ataque cuerpo a cuerpo es un poco flojo, aunque lo suficientemente bueno como para ganar algo de tiempo y distraer al contrincante.
● Es buena en lo que a supervivencia se refiere, fue dos veces a los campamentos militares cuando niña donde aprendió a sobrevivir en situaciones extremas.

Enfermedades.
● Sufre de insomnio al menos unas tres veces a la semana.

Bando: Errantes.

Estatus dentro del grupo: Vigilante.

Miedos:
● No encontrar nunca a su hermana, o encontrarla pero muerta.