June R. Bailey

Todo se resume en el poder, la fuerza, June es indomable. Una mujer que deja huella allí por donde pasa, que lo que toca se transforma, aunque no precisamente en oro. Su visión pesimista de la vida y de las personas la ha endurecido de tal forma que parece carecer de sentimientos. No se fía de nadie, y siempre deja en claro que ella tampoco es de fiar, pues no está en su naturaleza preocuparse por las necesidades ni el bienestar de los demás, tan solo del suyo propio. El egoísmo no es quien le impulsa a comportarse de éste modo, se trata, más bien, de un mecanismo de defensa, ya le han lastimado mucho en la vida, le han destrozado y pisoteado, y no está dispuesta a volver a sufrir. Para Indiana no existe corazón que no pueda ser corrompido, no hay amor eterno, ni felicidad absoluta, todos mienten, todo termina. Para ella la vida solo puede resumirse en dolor. Solo una cosa puede contrarrestar las miserias en las que estamos destinados a vivir; la libertad. El paso por el mundo no es permanente, mucho menos agradable, por eso hay que disfrutar al máximo el tiempo que se tenga. Su filosofía de vida es hacer lo que manda el corazón, llenarse de experiencias, probar todo y más. Es la única manera de ser feliz. Nadie nunca podrá quitarle su libertad.

Nada le atemoriza o somete, prefiere morir a permitir que le dominen. La sumisión dejó de formar parte de su personalidad desde hace mucho tiempo, cuando la inocente June quedó absolutamente enterrada en alguna parte recóndita de su ser. Enfrenta todo aquello que para ella merezca la pena, desde personas a situaciones variadas, ya sea verbal o físicamente. Es cruel cuando se lo propone, prepotente y el coraje le sobra. Para muchos una mujer con todas las letras, para otros tantos una persona carente de sentido de supervivencia. Simplemente, June hace lo que cree que es correcto, basándose en su retorcido punto de vista, el cual es casi imposible de anticipar, todo depende de su humor y cuán moral haya despertado.

Tiene una memoria pródiga, al igual que un gran poder de observación y análisis. Mentirle es algo difícil, ocultarle secretos también. Muchas veces estas características le hacen aún más irritante de lo que ya puede llegar a ser. June disfruta bastante de hacer sentir incómodas a las personas o inflingirles temor, tal cual como si el sadismo se encontrara latente en su interior. La ironía y el sarcasmo son sus dos grandes mejores amigos.

A June se le inculcaron con ahínco modales de excelencia, enteramente británicos. No se irá sin despedirse, no dejará de dar las gracias, pedir perdón, permiso, y todo ese tipo de cosas cuando es necesario, incluso suele hablar con mas pompa de la necesaria, usa palabras que para muchos hace tiempo quedaron en el olvido y se expresa con maestría y educación. Así mismo algunas de sus acciones rayan en el más borde comportamiento. Todo ésto se entremezcla, sumándosele además su desbordante sinceridad. No teme decir lo que piensa, no falseará una sonrisa, pero sus modales muchas veces la llevan a hablar con mayor amabilidad de la que seguramente querría utilizar. Que quede claro que no por eso se mostrará menos hostil.

Reservada en cuanto a sus sentimientos, no es algo que le gusta que todos conozcan, prefiere mantenerlos alejados de usos deshonestos que lleguen a herirle. Son muy pocas las personas a las que se los comenta o pide consejos. Leal, nunca ha sido buena dando consejos, aunque lo intenta y con el corazón, dentro de todo se toma el tiempo de escuchar a la gente, no es tan fría como parece. Se preocupa tan solo por un puñado de personas.

Una mujer delgada y bastante alta, con un rostro más que nada llamativo. Tiene los ojos grandes y de apariencia felina, en un tono verde aceitunado. Nariz pequeña y respingada, los labios rosados y finos. Su rostro se encuentra enmarcado por una melena de color castaño, naturalmente lacia y de cabellos delgados.

Su cuerpo es pequeño, con curvas lo suficientemente pronunciadas, que no llegan a ser exuberantes o exageradas. Piernas largas y torneadas, brazos delgados y abdomen plano. Se encuentra en buena forma física, aunque no lo parezca.

Familia:
Elizabeth Bailey: Es su madre y ya hace varios años que no sabe nada de ella, siquiera tiene certezas de que esté viva. Interiormente le preocupa, a pesar de que su relación nunca haya sido buena, pero lo disimula haciéndose la fuerte.

Oliver Bailey: Es su hermano menor. Desde pequeños la camaradería ha formado parte de su relación, y aunque tienen peleas constantes, como todos los hermanos, a los pocos minutos ya se reconciliaron. Desde que la epidemia se desató se protegen aún más.

Marcus & Richard Bailey: Su tío y su padre, respectivamente. Ambos estuvieron casados con su madre, y a ambos los amó incondicionalmente, a pesar de que no haber tenido demasiadas oportunidades de pasar tiempo con su padre. Ambos fallecieron de causas desconocidas cuando ella era una niña.

Historia:
Nacida en la capital de Inglaterra, hace veintisiete años atrás, una encapotada tarde –como es común– de un diecinueve de Abril. June sería la primer hija que su madre daría a luz. Para ser sinceros sus primeros años de vida no los recuerda, aunque sucedieron sucesos importantes que más tarde acarrearían alguna que otra consecuencia. Su padre murió cuando ella tenía cinco años, y hasta el día de hoy no se sabe porqué. Así ella y su madre y su hermano pasaron a quedarse con todos los bienes que a él le pertenecían y que servirían para mantenerlas el resto de sus vidas. Pero a la edad de seis años su madre contrae nuevamente matrimonio con el hermano de su primer esposo, que desde siempre estuvo locamente enamorado de ella, –suceso que June tampoco recuerda con claridad–. Su madre era una mujer notoriamente bonita, ahora entrada en años, pero igualmente atractiva, y una excelente actriz amateur, que utilizaba sus habilidades para conseguir lo que quería.

Desde entonces es cuando los recuerdos de June comienzan a hacerse más vívidos y certeros. Su tío nunca quiso ocupar el lugar que pertenecería a su hermano durante toda la vida, aunque éste no estuviera presente, pero supo hacerse un lugar en el corazón de la desconfiada joven, llegando a adoptarlo como su segundo padre. Aprendió con él a tocar el bajo y compartieron incontables tardes juntos de juegos y chistes. Scott también ocupó el lugar de su madre que nunca se ocupó demasiado de Jean, por lo que la niña creció con un inmenso rencor hacia su madre que por suerte con la edad comenzó a disiparse.

A los diecisiete años de edad, convertida June ya todo en una mujer, con una educación formada y una vida prometedora, tiene que sufrir la muerte del único familiar que estuvo presente. Su tío fallece por envenenamiento, sin poder encontrar un culpable a pesar de las investigaciones realizadas. Durante un tiempo June sospechó de la culpabilidad de su madre, pero pronto comenzó a dudar, sin creerla capaz de cometer tal atrocidad.

Las tensiones con su madre eran continuas, hasta que en un momento se hizo insoportable y June dejó Londres, apesadumbrada y se estableció en Australia donde empezó su carrera universitaria, llevándose consigo a su hermano menor, quien tampoco toleraba demasiado a su progenitora. Vivió bastante bien durante un tiempo, consiguió incluso terminar la carrera de medicina y habría tenido, quizás, una buena vida ejerciendo si el mundo no hubiese dado un terrible vuelco.

Estaba en el hospital cuando se enteró. Le tocó atender a un paciente con unos extraños síntomas que ningún médico consiguió diagnosticar en enfermedad, pero que pronto comenzaron a propagarse convirtiendo a los infectados en algo bastante alejado a los seres humanos que pudieron ser. Todo se desplomó, el caos comenzó. Antes de que la epidemia les infectara, ella y su hermano se marcharon de la ciudad y comenzaron a vagar sin rumbo fijo, buscando lugares donde refugiarse, y encontrando a otros como ellos, que corridos por la enfermedad tratan de sobrevivir.

Habilidades:
Sus conocimientos en medicina le han dado una gran ventaja para cuidarse ella y a los demás, a pesar de no contar con demasiados antibióticos, entre otras cosas igualmente necesarias, ha sabido desempeñar bien su papel como doctora.

Enfermedades.
Ninguna

Bando:
Errantes

Estatus dentro del grupo:
Líder

Miedos:
Perder a su hermano, o alguno de los miembros de su grupo